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LA AUTOLESIÓN: EL LENGUAJE DEL DOLOR

Dolores Mosquera, 2008

Dar significado al dolor no ha sido un tema fácil; entender que hay personas que se lo autoinfligen dificulta aún más la comprensión, si lo único que sabemos de él es que todo el mundo lo evita y teme sufrir. Pues, ¿qué sentido tiene generarse dolor físico para evitar un sufrimiento psicológico mayor?, ¿cómo una persona puede llegar a crear esta necesidad en la que a veces, ocultando sus lesiones, tira por tierra el argumento de que intenta llamar la atención? El presente manual explica, a través de casos y testimonios reales de pacientes, cómo muchas veces el origen de la autolesión es mucho más inocente de lo que los demás interpretan y no tiene que ver, en gran parte de las ocasiones, con un juego relacional en el que el paciente pretende manipular y conseguir beneficios de las personas de su entorno más cercano. La autolesión se presenta aquí como respuesta a todas estas preguntas, dándole un sentido coherente al sufrimiento y a las conductas autolesivas; como medio para dejar de sentir, de sufrir, pero sobre todo como una alternativa a la muerte y al suicidio. Dolores Mosquera, en su incesable búsqueda e inquietud por conocer los más complejos sentimientos y comportamientos del ser humano, acerca al lector a la autolesión de una manera sencilla y de fácil comprensión, deteniéndose en cada motivo y discriminando este acto de la aparente relación y fácil confusión con el comportamiento suicida. Además de profundizar y matizar en los distintos medios y formas de autolesión, no olvida los fines, esenciales para poder abordar e intervenir en un tratamiento eficaz: a veces, como medida de control y regulación emocional; a veces, como señal de identidad; en otras, como medio de expresión emocional, en donde la ira, la culpa o el castigo se convierten en los protagonistas; y, en otras ocasiones, como dificultad para asumir o diferenciar responsabilidades. Todos estos aspectos hacen del presente manual un libro imprescindible para los profesionales en el trabajo en clínica con pacientes que se autolesionan, además de una ayuda fundamental para la comprensión de los familiares e incluso para los propios pacientes que, careciendo de otros recursos y habilidades tanto de comunicación como de expresión emocional, optan por la autolesión como una medida que, aunque desesperada y desadaptativa, les permite sobrevivir y regular sus emociones.